top of page

Cuando no puedo acompañar a un ser querido en los últimos momentos de su vida

Debido al riesgo de contagio por el coronavirus se está dando la circunstancia de que muchas personas no pueden acompañar físicamente a sus seres queridos en los últimos momentos de su vida.

Esta situación está produciendo mucho sufrimiento en los familiares.

Primero porque al hablar con los que están en hospitales o residencias (la mayoría personas mayores) se dan cuenta de su dolor, su miedo, su soledad o incluso que no pueden estar siendo bien atendidos. Y segundo porque sienten la impotencia de no poder acompañarles y compartir estos momentos cogiéndoles de la mano y diciéndoles palabras cariñosas y tranquilizadoras.


Todo ese dolor puede convertirse -muy fácilmente- en rabia y culpa, que -a no ser que se traten adecuadamente- sin duda van a dejar una profunda huella psicológica.

Es muy importante que al dolor de la enfermedad y de la muerte no le añadamos un dolor extra: el de la frustración por no poder estar, el de la rabia hacia quienes no nos han permitido acompañar, o el de la culpa por no haber ayudado.


La muerte es una parte inevitable de la vida. Incluso en las circunstancias más adversas, podemos contribuir a que sea lo más calmada y amorosa posible para quién nos deja y para nosotros mismos.


A continuación pretendo dos cosas:

  1. ofrecer una forma distinta de ver la situación, cambiar tu perspectiva para que puedas aceptar las condiciones actuales. Darte cuenta que es mucho más importante estar juntos de corazón que físicamente. Para ello lee el texto "Estando juntos en el corazón". Siente esas palabras y deja que entren en tu interior.

  2. ofrecer una fórmula para que puedas acompañar con el corazón a ese ser tan querido con el que físicamente no es posible estar. Esto lo podrás hacer a través de una meditación. También podrías animar a que esa persona que está enferma lo haga (si esto es posible). Lee el texto "Meditación acompañando con el corazón a un ser querido con el que no puedo estar físicamente" y practica esto. Puedes practicarlo varias veces al día.

Estando juntos en el corazón


Me gustaría estar físicamente a tu lado en estos momentos. Pero las circunstancias me lo impiden. Acepto que no puedo estar ahí.


Y nada me va a impedir que mi corazón este contigo y te acompañe. Aunque no me veas estoy en esa habitación. Aunque no me sientas estoy acariciando tu mano. Aunque no me escuches te estoy hablando y digo tu nombre.


No voy a añadir más dolor al dolor y no voy a sufrir por no estar físicamente ahí. En este instante sólo elijo amarte y acompañarte.


Tú también querrías que estuviera/estuviéramos allí contigo. Te pido que no añadas más dolor a tu dolor.

Te pido que no sufras por estar en soledad y que aceptes esta situación tal y como es.


No estás sol@. No lo vas a estar. Siente que estoy/estamos ahí contigo. Y si la vida decide llevarte, sé que no me vas a dejar sol@. Seguiremos en contacto.

Sé que me vas a acompañar aunque no te vea, aunque no te oiga.


Extiende tu mano y siente la mía. Escucha lo que te digo. Todo está bien. Todo está en calma. Te quiero.


Meditación acompañando con el corazón a un ser querido con el que no puedo estar físicamente

  • Cierra los ojos.

  • Toma contacto con tu respiración en el centro de tu pecho.

  • Deja ir los pensamientos.

  • Nota las emociones-sensaciones en tu cuerpo y deja que se calmen.

  • Con tu cuerpo-mente calmados visualiza la habitación donde puede estar tu ser querido (hospital, residencia, etc.)

  • Visualiza que físicamente estás allí, a su lado.

  • Extiende tu mano y siente que tomas la suya (puede ayudarte el acariciar tu otra mano)

  • Mirando a tu ser querido siente que estás allí para ayudarle y acompañarle en estos momentos.

  • Con tu respiración, vas a aliviarle, vas a ayudarle.

  • Al inhalar, siente que inhalas su miedo, su dolor. Al exhalar siente que le envías calma y amor.

  • Haz esto repetidas veces hasta que notes que el aire que le envías le ha calmado y siente el amor.

  • Dile (con tu propia voz) todo aquello que quieras decirle. Hazlo suavemente, como un susurro.

  • Visualiza que se queda tranquil@

  • Dale un beso y dile "hasta luego, que descanses"

Quién escribe aquí

Casi es un milagro que haya escrito algún artículo aquí y... ¡no sé cuanto durará eso! Si alguien lo lee y quiere compartir sus impresiones lo agradeceré mucho. Y ojalá dentro de poco haya más personas que escriban en este blog. 

Contactar con nosotros
Palabras-clave (tags)
Siguenos
  • Facebook Basic Black
  • Google+ Basic Black
  • Black YouTube Icon
  • Pinterest - Black Circle
bottom of page